En un taller de constelaciones familiares grupales, cada participante tiene la oportunidad de realizar un trabajo personal, ya sea revisando su propio tema como consultante, siendo representante o solo con su presencia.
El proceso comienza con una entrevista del terapeuta al consultante en turno sobre su tema a trabajar. Luego, el consultante elige a personas del grupo para representar personas o situaciones clave en su vida, como familiares o eventos trágicos. Estos representantes se colocan en el espacio, proporcionando una imagen externa de la situación interna del consultante.
Los representantes reportan sensaciones físicas y emocionales, revelando aspectos inconscientes que mantienen al consultante atrapado en su problemática. Este proceso facilita la expresión emocional, aporta claridad y promueve soluciones sanadoras a largo plazo.